Un niño de Texas sin vacunar murió de sarampión, convirtiéndose en el primer fallecimiento por esta enfermedad en casi una década en Estados Unidos, en medio de un creciente brote en el país que fue minimizado por el secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr.
Este fallecimiento se produce en medio de una disminución de las tasas de inmunización en todo el país, con los últimos casos concentrados en una comunidad religiosa menonita que históricamente se ha mostrado reticente a las vacunas.
Además ocurre en momentos en que Kennedy Jr., quien ha sido criticado por asegurar que la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR) está relacionada con el autismo, comienza su mandato como secretario de Salud del gobierno de Donald Trump.


